sexta-feira, 5 de janeiro de 2018

Chile, 6 de enero. La Pascua de los Negros

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Chile, 6 de enero. La Pascua de los Negros

Durante la colonización española, sobre todo en Cuba, República Dominicana, Puerto Rico, México y Uruguay, el seis de enero era feriado para los esclavos negros que salían a las calles a bailar al ritmo de sus tamboras. 

Esto origina el nombre de Pascua de los Negros con que el día es conocido en varios países, como en Chile o Paraguay donde la comunidad Afro paraguaya celebra el día de su santo, San Baltasar.

Pero en Chile, a pesar de que la población negra no alcanzó altos índices en el período colonial, sus orígenes datan desde cuando los hacendados españoles celebraban la Fiesta de la Epifanía o de los “Reyes Magos”, 12 días después del nacimiento de Cristo, y daban el día libre a sus esclavos negros, quienes descansaban y rendían culto, con cantos y danzas,  al niño Dios. 
Los esclavos identificaban la fiesta con el Rey Mago Baltasar que, según la leyenda, era negro y en la identidad religiosa de los esclavos era su santo protector.

En muchos países de América Latina la tradición toma los nombres de Día de Reyes, Fiesta de San Baltazar o Pascua de Negros. 
En Chile se celebra el 6 de enero en Arica,  Iquique y Roma, cercanías de Colchagua, y convoca a toda la comunidad afroariqueña y chilena a compartir un pan de pascua, dulces, chocolate y danzas como símbolo de ofrenda de los Reyes Magos al niño Dios. 

La Pascua de los Negros empieza en Iquique, al norte, con la llegada de más de 700 imágenes del Niño Jesús, que son guardadas en una iglesia, desde el domingo 4 de enero, hasta la celebración de la Epifanía del Señor, cuando en la madrugada del 6 de enero, son dados a sus dueños, adornados con peritas de pascua y variedad de dulces.

Miles de personas se juntan antes de la medianoche en la iglesia central del pueblo de La Tirana; con sus ropas tan llamativas, listos para empezar a brindar tributo al niño Jesús que viene en los brazos del obispo de Iquique.

En medio de la multitud tomada de las manos en una cadena humana, aparece la figura de tamaño real, un niño de carita angelical y una mirada que transmite paz y ternura. Se cubre con un awayu ceremonial andino, poncho de colores fuertes. 
Mientras tanto, los bailes de pastores, suenan con sus instrumentos de cañas, o tubos plásticos y de colores, y agitan sus pañuelos coloridos al viento.


La celebración de la Pascua de los Negros, igual que otras manifestaciones que vinieron a América desde el viejo mundo, fueron el modo de sobrevivencia de la cultura andina - y en este caso, también la africana- que cubrió con ropajes católicos a su Pachamama. La Virgen del Carmen, expresión de ese camuflaje sincrético, fue la mejor estrategia de ocultamiento de la religión de los pueblos andinos.

5 de enero de 2018. 📚📚📚#libreriaespanolaehispanoamericana

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