quinta-feira, 31 de agosto de 2017

“Defensa de Violeta Parra” por Nicanor Parra.


Imagem relacionada

Violeta del Carmen Parra Sandoval (4 de octubre de 1917, Santiago de Chile, 5 defebrero de 1967) fue una cantautora, pintora, escultora, bordadora y ceramista chilena; una de las principales folcloristas sudamericana y gran divulgadora de la música popular de su país, a la que enriqueció con su obra. Es miembro de la prolífica familia Parra, y hermana de Nicanor. Su contribución al arte y la musica chilena es de gran valor y trascendencia, y su trabajo sirvió de inspiración a varios artistas posteriores, quienes continuaron con su tarea de rescate de la música del campo chileno y las manifestaciones básicas del folclore de Chile y América Latina. Sus canciones fueron interpretadas por diversos artistas, tanto chilenos como extranjeros. La más conocida, Mercedes Sosa.En conmemoración de su natalicio, el 4 de octubre fue elegido el "Día de la música y de los músicos chilenos". (JV)

“Defensa de Violeta Parra” 

por Nicanor Parra


Dulce vecina de la verde selva
Huésped eterno del abril florido
Grande enemiga de la zarzamora
Violeta Parra.
Jardinera
locera
costurera
Bailarina del agua transparente
Árbol lleno de pájaros cantores
Violeta Parra.
Has recorrido toda la comarca
Desenterrando cántaros de greda
Y liberando pájaros cautivos
Entre las ramas.
Preocupada siempre de los otros
Cuando no del sobrino
de la tía
Cuándo vas a acordarte de ti misma
Viola piadosa.
Tu dolor es un círculo infinito
Que no comienza ni termina nunca
Pero tú te sobrepones a todo
Viola admirable.
Cuando se trata de bailar la cueca
De tu guitarra no se libra nadie
Hasta los muertos salen a bailar
Cueca valseada.
Cueca de la Batalla de Maipú
Cueca del Hundimiento del Angamos
Cueca del Terremoto de Chillán
Todas las cosas.
Ni bandurria
ni tenca
ni zorzal
Ni codorniza libre ni cautiva

solamente tú
tres veces tú
Ave del paraíso terrenal.
Charagüilla gaviota de agua dulce
Todos los adjetivos se hacen pocos
Todos los sustantivos se hacen pocos
Para nombrarte.
Poesía
pintura
agricultura
Todo lo haces a las mil maravillas
Sin el menor esfuerzo
Como quien se bebe una copa de vino.
Pero los secretarios no te quieren
Y te cierran la puerta de tu casa
Y te declaran la guerra a muerte
Viola doliente.
Porque tú no te vistes de payaso
Porque tú no te compras ni te vendes
Porque hablas la lengua de la tierra
Viola chilensis.
¡Porque tú los aclaras en el acto!
Cómo van a quererte
me pregunto
Cuando son unos tristes funcionarios
Grises como las piedras del desierto
¿No te parece?
En cambio tú
Violeta de los Andes

Flor de la cordillera de la costa
Eres un manantial inagotable
De vida humana.
Tu corazón se abre cuando quiere
Tu voluntad se cierra cuando quiere
Y tu salud navega cuando quiere
Aguas arriba!
Basta que tú los llames por sus nombres
Para que los colores y las formas
Se levanten y anden como Lázaro
En cuerpo y alma.
¡Nadie puede quejarse cuando tú
Cantas a media voz o cuando gritas
Como si te estuvieran degollando
Viola volcánica!
Lo que tiene que hacer el auditor
Es guardar un silencio religioso
Porque tu canto sabe adónde va
Perfectamente.
Rayos son los que salen de tu voz
Hacia los cuatro puntos cardinales
Vendimiadora ardiente de ojos negros
Violeta Parra.
Se te acusa de esto y de lo otro
Yo te conozco y digo quién eres
¡Oh corderillo disfrazado de lobo!
Violeta Parra.
Yo te conozco bien
hermana vieja
Norte y sur del país atormentado
Valparaíso hundido para arriba
¡Isla de Pascua!
Sacristana cuyaca de Andacollo
Tejedora a palillo y a bolillo
Arregladora vieja de angelitos
Violeta Parra.
Los veteranos del Setenta y nueve
Lloran cuando te oyen sollozar
En el abismo de la noche oscura
¡Lámpara a sangre!
Cocinera
niñera
lavandera
Niña de mano
todos los oficios
Todos los arreboles del crepúsculo
Viola funebris.
Yo no sé qué decir en esta hora
La cabeza me da vueltas y vueltas
Como si hubiera bebido cicuta
Hermana mía.
Dónde voy a encontrar otra Violeta
Aunque recorra campos y ciudades
O me quede sentado en el jardín
Como un inválido.
Para verte mejor cierro los ojos
Y retrocedo a los días felices
¿Sabes lo que estoy viendo?
Tu delantal estampado de maqui.
Tu delantal estampado de maqui
¡Río Cautín!
¡Lautaro!
¡Villa Alegre!
¡Año mil novecientos veintisiete
Violeta Parra!
Pero yo no confío en las palabras
¿Por qué no te levantas de la tumba
A cantar
a bailar
a navegar
En tu guitarra?
Cántame una canción inolvidable
Una canción que no termine nunca
Una canción no más
una canción
Es lo que pido.
Qué te cuesta mujer árbol florido
Álzate en cuerpo y alma del sepulcro
Y haz estallar las piedras con tu voz
Violeta Parra
Esto es lo que quería decirte
Continúa tejiendo tus alambres
Tus ponchos araucanos
Tus cantaritos de Quinchamalí
Continúa puliendo noche y día
Tus toromiros de madera sagrada
Sin aflicción
sin lágrimas inútiles
O si quieres con lágrimas ardientes
Y recuerda que eres
Un corderillo disfrazado de lobo.
Nicanor Parra

sexta-feira, 25 de agosto de 2017

Esa vieja costumbre de migrar, emigrar e inmigrar.





Esa vieja costumbre de migrar, emigrar e inmigrar.


San Pablo, Brasil, 13 de septiembre de 1979

“– Argentina empezó su formidable expansión con la “Campaña al Desierto” de 1879 de Julio Roca, que los indios prefieren llamar “conquista” de la Patagonia, y que la historia oficial ve como “la última guerra por la ocupación definitiva del territorio nacional”– cuenta Victoriano.

– Hasta entonces se trataba de frenar a los furiosos malones que desolaban la pampa con recursos ingenuos, como cavar un foso de más de 600 kilómetros. Mientras el país se ataba cada vez más al Imperio Británico, su flamante ejército y marina seguían el molde rígido del modelo militar  prusiano–  carraspea, le da el mate a Victoriano y sigue, académico, doctoral, Anibal Fuentes.

– La elite, mezcla única de expatriados españoles e italianos de cultura afrancesada, imaginaba a Argentina, tal vez sin darse cuenta de lo que eso significaba, como la nueva Europa de las Américas– alarga su perorata Anibal.

– Además, Sarmiento había llenado el país de escuelas que eran ejemplares para su época, con maestras venidas desde la mismísima Inglaterra, como en la escuela Normal de Catamarca–  agrega el doctor, y le da el mate a doña Eufemia.  
Después de más de ciento treinta años -con nuevas políticas y sucesión de próceres, héroes y bandidos- los partidos en el poder también han cambiado, variando sus diferentes discursos. Esto fue gradual en las raras primaveras democráticas, o abrupto, por vía de golpes militares; incluso en los pocos años de agitación casi revolucionaria, como en la primera mitad de los 70. 
Pero los sujetos anónimos, la masa de inmigrantes por ejemplo, un mero instrumento de la ocupación territorial después de la invasión al Desierto, no ha podido formarse aún una identidad nacional  y que le sea propiaLos nietos del inmigrante de ayer, hoy quieren irse; sueñan con volver a emigrar, pero ahora hacia Europa, la vieja seductora de siempre. 
El bisnieto del antiguo inmigrante busca la doble ciudadanía, se desespera por el pasaporte de sus abuelos, que ya no es un papel ocre en el que cien años atrás se veía una cara triste, con la mirada de un ser casi sin esperanzas, que venía a América a rescatarse y tratar de encontrarse como ser humano. 
No, lo que desean ardientemente ahora los nietos de aquél anacrónico desesperado de otro siglo, cuando Europa entera pasaba por hambrunas feroces y se debatía entre la paz y la guerra, es el salvoconduto de la Unión Europea– completa Anibal.”


23 de abril de 2006, seis menos veinte de la tarde.

El avión de la Varig carretea unos trescientos metros, pero se para de golpe antes de llegar a la cabecera de la pista y baja la potencia de los motores, gira y se vuelve lento, exasperante, hacia el aeropuerto. Supongo que debe haber algún desperfecto serio, pero nadie informa nada y yo tampoco me preocupo demasiado, aunque pierdo el sueño que normalmente me ataca en los despegues del avión; y vuelvo al “Laprida” de 200 hojas con los manuscritos de mi viejo:

San Pablo, Brasil, 19 de septiembre de 1979

“–El mundo entero cambió, y aquella Argentina de los hombres del liberalismo de los años 80 es un sueño que se deshace, hundiéndose de a poco– dice Fuenzalida cuando le parece que el doctor Anibal Fuentes hace un descanso en su discurso sociológico.

 –Y la desilusión y el fracaso del pobre, o del hombre de clase media, brasileño o argentino, se repiten en centenas de lugares en todo el mundo. Pero, por otro lado, cuando un inmigrante negocia sus productos de contrabando en cualquier callecita de Europa, listo para huir de la policía, queda claro que, muy pronto, ese viejo continente va a ser tan mestizo como lo son hoy América o Asia– agrega.  

Y por racionalismo o mera culpabilidad, habrá acabado en Europa la odiosa pretensión de hegemonía egoísta que sacude en ciclos de terror al resto del mundo desde el medioevo. –  lo mira de reojo a Anibal, nota que Victoriano hace una mueca imperceptible de cansancio o de fastidio y se calla, Cacho Fuenzalida.  

Perder la memoria de la inmigración nos hace olvidar que mitad de nuestros bisabuelos llegaron al país, engatuzados con las falsas promesas de tierra y libertad, radiantes actores de una monumental fuga en masa, nunca vista antes, de la población europea pobre hacia América– insiste Anibal Fuentes.

Aquí pedían con urgencia una mano de obra barata, y nuestros antepasados, plantadores o artesanos pobres, sobraban en el centro y en el sur europeos, que seguían muy lentos en sus industrias. Huían de países asolados por la estupidez de las eternas guerras.

Sus patrias, casi sin salidas pacíficas y duraderas, les abrían la cabeza para un ideal de aventuras, que traía el dolor del exilio, la emigración y la nostalgia– dice Anibal, cuyos padres llegaron de Barcelona un mes antes que las tropas fascistas de Franco tomasen la ciudad y fusilasen al abuelo, militante del anarcocomunismo sindical.”

Desde mi cama de enfermo, sin poder intervenir en la charla, pero sin perderme palabra de lo que se habla, me desvío por un lado más humano y cómico del tema, recordando que después de la caída de la República, miles de españoles cruzaron los Pirineos hacia el sur de Francia, esperando solidariedad del gobierno socialista de León Blum, que por fin los encerraría en campos de refugiados. Y así fue que a los españoles en Francia, a medida que salían del confinamiento y se ponían a trabajar, con cariño o con desprecio, los conocieron como “espangouin”. 

Sí, así es– dice Anibal– les decían “pingouin espagnol”, porque la mayoría, al llegar a París, trabajaban de mozos y camareros en restaurantes, de frac, en blanco y negro, como los pingüinos– y se extiende otra vez, entusiasta en su floreo enciclopédico, nuestro docto Dr. Anibal Fuentes.

Siento que me vuelve de a poco la fiebre, y me acuerdo que Anibal decía que, al final de la guerra de España, como muchos combatientes obreros jugados por la República, Juanjo, un hermano de su abuelo, había entrado al PCE. El tío abuelo del doctor sintió en la propia carne la ferocidad de Franco para exterminar a los vencidos. Fue preso en los campos de trabajo forzado en el norte de África. 
Se fugó, refugiándose en Argelia, donde trabajó como oficial metalúrgico.  Aprovechó un indulto y volvió a España en 1957; en Madrid entró en la fábrica Perkins.
Como otros muchos luchadores de las Comisiones Obreras, Juanjo Fuentes fue juzgado por el Tribunal de Orden Público franquista y enviado a prisión. 
Saldría de la cárcel diez días después de la muerte de Franco, pero todavía lo detuvieron una vez más, en diciembre 1975. Y la enfermera entra con los remedios mientras Victoriano sale despacio, y yo siento que me adormezco y sueño.


23 de abril de 2006, seis y diez  de la tarde.

Bajamos del avión y volvemos a las salas de espera; nadie explica nada y sigo leyendo. Aunque no entiendo bien hacia adónde apuntan las anotaciones del viejo en el “Laprida”, sí coincido con sus conceptos. Y es que la inmigración que él describe, de millones de miserables europeos entre el siglo XIX y el XX, fue precedida aquí por un racismo despiadado que idealizaba todo lo que era del viejo mundo, mientras postergaba y ultrajaba a nuestros criollos y mestizos. El Martín Fierro denuncia esa política que prepara la aniquilación del indio y la marginación del gaucho, acciones que irían a inaugurar esa nueva realidad social.

Casi me duermo con el cuaderno en las manos, hasta que los parlantes anuncian por fin, después de dos horas de espera en el zaguán de Guarulhos, que el vuelo de la Varig São Paulo-Porto Alegre-BsAs va a salir dentro de 45 minutos; vuelvo al manuscrito:

“– La América mestiza se fue forjando desde Méjico hacia el sur, como el más asombroso efecto del nuevo mundo: los millones que hoy hablan portugués y castellano, sintetizan centenas de culturas, nativas o importadas, que fueron proscritas y doblegadas por la fuerza de la espada y de la cruz. Todos fueron sometidos: como luego lo serían los indios acá, también lo eran los propios colonizadores allá en Europa, ya que en su mayoría venían del sur miserable de España– dice Fuenzalida, –y muchos de esos conquistadores rudos eran árabes o judíos, cristianizados a los porrazos. Marginados, los cristianos nuevos, judíos en realidad, lograron pasar a través de Portugal y llegar hasta aquí, escondiendo su calidad de conversos. Y más relegados eran los negros traídos en cadenas, o los chinos llevados a Chile y al Perú, cuando se les acabaron los esclavos negros. 

Por fin, también fueron sometidos y degradados los italianos, vascos, gallegos y catalanes inmigrantes, todos expulsados de Europa, porque sobraban en la producción, que allá en sus patrias no tenía donde más aprovecharlos–  remarca mi primo Raúl, le devuelve el mate a Eufemia, y termina su largo comentario. 

– Argentina y toda América Latina son el fruto mestizo de una cultura de sometidos, y olvidarlo es negar nuestra esencia–chupa el último trago del chala, exhala el humo azul y dice, muy bajo, Victoriano.”

23 de abril de 2006, siete y veinticinco de la tarde.

Otra vez el avión carretea por la pista pero esta vez despega sin más demoras; a pesar del problema que no fue informado, salimos sin otros imprevistos; el comandante informa que en pocos minutos llegaremos a la altura de crucero, los 10 mil metros, y van a servir el almuerzo; salgo de la modorra y voy al baño a mojarme la cara; ni bien entro, empieza una cierta turbulencia y me vuelvo al asiento. Retomo la lectura del “Laprida”, que cada vez parece más un conjunto de apuntes sin una línea clara de pensamiento. Sigo la lectura:


Continuará

J.V. São Paulo, enero de 2006. Trecho de la novela "De utopías y amores, de demonios y héroes de la patria".

terça-feira, 22 de agosto de 2017

“Bueno pues molt bé, pues adiós”.

Resultado de imagem para la rambla barcelona

"La calle más alegre del mundo, la calle donde viven juntas a la vez las cuatro estaciones del año, la única calle de la tierra que yo desearía que no se acabara nunca, rica en sonidos, abundante de brisas, hermosa de encuentros, antigua de sangre: la Rambla de Barcelona."
Federico Garcia Lorca


“Bueno pues molt bé, pues adiós”.

En medio de una rueda de prensa, Josep Lluís Trapero contestaba en catalán a una pregunta hecha en catalán, cuando algunos periodistas criticaron su gesto. 

La respuesta del "major" de los Mossos d’Esquadra fue: "Si me hacen la pregunta en catalán contesto en catalán, y si me la hacen en castellano, contesto en castellano"

Los periodistas se retiraron y Trapero contestó: "Bueno pues molt bé, pues adiós".

Cataluña es, desde siempre y como toda España y la misma Europa, un gran cruce de culturas y de influencias.
Antes de consolidarse el catalán y el resto de las lenguas latinas, los cristianos escribían allí en latín, los musulmanes, en árabe y los judíos, en hebreo.
Y hoy en día, el actual bilingüismo de la región de Cataluña se refleja en una cantidad de buenos escritores catalanes en castellano, como Eduardo Mendoza, Joan Marsé, Manuel Vázquez Montalbán, Javier Cercas, Enrique Vila-Matas y Carlos Ruiz Zafón.
Un 94% de los catalanes habla o entiende bien el catalán, que es la lengua oficial junto con el castellano y el occitano.
A esos siete millones de personas se le suman los habitantes de otros territorios donde el catalán es de uso habitual, en especial en Valencia, donde se llama valenciano, en las Islas Baleares y en parte de Aragón, en la Franja de Ponent.
En Andorra es el único idioma oficial, de uso extendido hacia el sur de Francia y en L'Alguer, en Cerdeña.
Se calcula que hay unos 9 millones de personas que hablan y 11 millones que entienden el catalán, lo que lo sitúa delante de otros 14 idiomas oficiales de la U.E. y como la 9ª lengua con más hablantes.

O sea, nada me parece más lógico que una conferencia de prensa en Barcelona, capital de Cataluña, pueda y deba ser ofrecida en catalán y/o en español, al gusto de los periodistas que hagan sus preguntas en una u otra lengua, no?

JV. 22 de agosto de 2017.

quinta-feira, 17 de agosto de 2017

El Misterioso Robo de "El Menjir"

El Misterioso Robo de "El Menjir"

Resultado de imagem para cartel rosario entrada

Federico Zacca salió muy temprano de su estudio en Ipiranga 81, en el centro viejo de São Paulo, en realidad un pequeño departamento de una única habitación, baño y cocina chica, que le servía muy bien en sus labores de traductor intérprete en el Memorial da América Latina.

Le habían pedido que dejara todo y se dirigiera de inmediato a Buenos Aires para supervisar la distribución de una parte importante de los 140 mil ejemplares de “El Menjir”, novela que acababa de ser lanzada en todo el mundo de lengua española. En realidad, Federico tenía que constatar el embarco de 80 mil libros para diversos otros países hispanohablantes –Colombia, Paraguay, Chile, Uruguay, Venezuela, Méjico, entre los vecinos más importantes– y verificar luego el reparto organizado de 58 mil copias de “El Menjir” entre las distribuidoras y las librerías de las provincias argentinas. Le sobrarían dos mil para tratar de venderlas en Brasl, entre la Librería Española y Letraviva.

El camión en el que saldría para Rosario, San Francisco, Villa María, Córdoba y Tucumán, tenía que recorrer más de mil quinientos kilómetros en seis días hábiles. O sea, Federico tenía desde el lunes hasta el sábado para efectuar toda la supervisión, volver el domingo por avión hasta Ezeiza y tomar el último TAM de la noche que sale en vuelo directo a Guarulhos.

Al llegar a la altura del Km. 378, habiendo salido ya de Rosario, el chofer Raimundo Villafañe empezó a sentirse mal. La cabeza le dolía en la altura de la sien derecha y en la nuca. La vista se le nublaba de a ratos y los ojos le lagrimeaban copiosamente. Empezó a sentir dolores agudos de estómago y un comienzo de nauseas.

Pero no tuvo tiempo de parar el camión en el primer puesto del Automóvil Club Argentino. como se lo había propuesto Federico, sentado en el asiento del acompañante. Una moto Suzuki negra, con dos muchachos arriba, se le pegó a la derecha, haciéndolo distraerse del malestar que sentía, y durante un par de minutos le hizo acelerar y frenar bruscamente unas tres o cuatro veces para no chocarla, lo que era una tarea difícil y arriesgada, ya que la moto se le había ubicado en el flanco derecho, entre el camión y la banquina, y aparecía y desaparecía del punto ciego del espejo derecho de Villafañe.

Aceleró el camión a más de ciento treinta, pero el camino era liso y llano, y Villafañe sabía que no podía competir en velocidad contra una moto y menos contra una Suzuki. Cuando se preguntaba, medio sorprendido y medio aliviado, dónde se habría metido la moto que había desaparecido definitivamente del ángulo de visión del espejo derecho, de pronto se le reaparece por el lado izquierdo, esta vez emparejada con una Yamaha roja que ocupaba abiertamente la contramano de la ruta, haciéndole señas para que parase de inmediato.

Villafañe se había olvidado del malestar y, en fracciones de segundo se le pasó por la mente que el restaurante en que habían parado a la salida de Rosario no era de los más higiénicos que había visto en su larga vida de camionero, y que tal vez hubiera comido algo que le hiciera muy mal al estómago o a los intestinos.

Paró el camión en la banquina. Era la hora de la siesta de un día frío de finales de mayo, después de Corpus Christi. Casi no cruzaba ningún coche, camión u ómnibus en el sentido contrario, y tan sólo un micro de la Chevalier lo había pasado en el trecho corto que habían recorrido desde la parada para almorzar.

Cuando el camión se detuvo por completo, Villafañe y Federico Zacca se bajaron del camión, cada uno por el lado en que estaba, más intrigados que asustados con los tres muchachos que les apuntaban sendos revólveres, Villafañe llegó a decirles que su carga no era valiosa, que se trataba nada más que de dos mil libros, que eran parte de un lote que ya estaba siendo despachado por otras vías para las provincias más distantes.

Pero de pronto sintió de nuevo la sensación de puntadas agudas y de nauseas, y vio las figuras de los tres motociclistas subir lentamente, mientras la línea aburrida del horizonte de la ruta se venía abajo, como envuelta en una neblina, y Villafañe se dio cuenta que se estaba desmayando y cayendo muy despacio sobre el asfalto.

Cuando la policía caminera de la Provincia de Santa Fe lo levantaba, tal vez un par de horas después, nunca pudo precisarlo, Villafañe vio que en la pista derecha, casi sobre el borde del asfalto y al lado de la banquina de tierra blancuzca, había una pintada, al estilo de un graffiti, con aerosol amarillo y naranja, en la que se destacaba el dibujo de un girasol y cuatro letras -Van G- de lo que probablemente sería un mensaje inconcluso, una frase que los asaltantes del camión que se llevaron las 2 mil copias del libro “El Menjir” hayan querido pintar y no les alcanzó el tiempo, tal vez por la llegada de la policía, o por el paso de algún vehículo, quién sabe.
Federico Zacca había desaparecido y la policía nunca más lo encontró.

FIN
Leia mais em "El Girasol Amarillo" (J.V. Companhia Editora Nacional, SP, 2006)

terça-feira, 15 de agosto de 2017

Haciendo lo mejor que se pueda en cada ocasión.

A imagem pode conter: casa, céu e atividades ao ar livre

Haciendo lo mejor que se pueda en cada ocasión.

Un empresario de la construcción le dijo a su empleado más antiguo y experimentado: 

- Quiero que me construyas una casa; aquí tienes los planos, ¡Quiero que la hagas según este diseño, mira!... ¡Y no quiero que falte nada, eh!?

El empleado tomó los planos y resopló molesto, porque le faltaban tan solo cuatro meses para jubilarse; y comenzó a decirse: 

- ¡Me faltan apenas cuatro meses para jubilarme y este hombre me da un trabajo para seis o siete meses, pues lo haré!... ¡Pero voy a utilizar materiales de segunda, no me voy a esmerar demasiado, haré solo lo que pueda y así, además, me quedará algún dinero para mí!


A las columnas de soporte del peso de la casa las hizo sin mucho esmero, usando materiales baratos y de segunda calidad; en toda la edificación de la casa fue utilizando materiales que no eran acordes a la estructura que se necesitaba, y solo se esmeró bastante en la fachada para engañar al dueño. En fin, que lo que podía saltearse en la fabricación lo hizo, de tal manera de ahorrarse el tiempo que hubiera necesitado normalmente para hacerlo, y así poder irse lo mas pronto posible para su jubilación y a su casa.

Cuando terminó la edificación, se presentó el dueño y miró la casa, observó que habían algunos detalles pero se acercó a su empleado y le dijo:

- ¡Toma las llaves! ¡Este es tu regalo! ¡En gratitud por todos los años que me has servido tan fielmente! ¡Esta es tu casa!

¿Cómo cree usted que se sintió este hombre al oír aquellas palabras? Él, lamentablemente, en ese momento estaba cosechando lo que había sembrado.

Y como se decía antiguamente, la moraleja de la historia es:

Todo lo que hagas hazlo con tu mejor dedicación, no dañes a nadie, sé siempre un buen ejemplo, da lo mejor que puedas dar, y recibirás lo mejor que te puedan ofrecer.

¡La vida es como un boomerang australiano, todo regresa a ti!... Recuerda siempre que el primer cliente que tienes es tu integridad y ese cliente no se equivoca a la hora de pagar.

JV. 2009

segunda-feira, 14 de agosto de 2017

Sartre en Araraquara


(Fotos Arquivo FCL/Araraquara).
Tal vez los más jóvenes hayan estudiado quién era Sartre, y las/los feministas sabrán mejor todavía quién fue Simone de Beauvoir. Pero pocos saben que ambos estuvieron en visita a Araracuara, en el estado de São Paulo, en la que entonces era la Faculdade de Filosofia, Ciências e Letras (FFCL), hoy integrada a la UNESP. Pero ocurre que, al mismo y tiempo y mientras ellos participaban en dos encuentros organizados por los estudiantes, una gran parte de la pacata ciudad del interior veía el partido entre el club de La Ferroviaria de la ciudad contra el Santos del aun no tan famoso Pelé. Lo que llevó a un episodio anecdótico que muchos recuerdan todavía.

Sartre en Araraquara,estado de São Paulo.

En el mundo completamente polarizado de 1960 por causa de la Guerra Fría, con el colonialismo francés acorralado por las revueltas de Argelia - lo que a su vez generaba una reacción extremista de la derecha- la Revolución Cubana mostraba la posibilidad real de una alternativa antiimperialista. Fue en este clima que el filósofo Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir y el escritor Jorge Amado, decidieron dedicar un domingo de noviembre a alterar la pacata rutina de la ciudad de Araraquara, a 300 km de São Paulo.

Mientras una parte veía el partido entre el club de La Ferroviaria de la ciudad contra el Santos del todavía  no tan famoso Pelé, ellos participaban en dos encuentros organizados por los estudiantes y por la Faculdade de Filosofia, Ciências e Letras de aquella época, que ahora pertenece a UNESP. Sartre iba a disertar sobre filosofía para un público entre el cual  estaba el hoy ex-presidente, Fernando H. Cardoso, que en ésa epoca era profesor de la USP, además de Ruth Cardoso, y Antonio Candido.

El existencialista francés estaba por entonces pasando um período de casi tres meses en Brasil para participar en el Congreso Brasileiño de Crítica e Historia Literaria, y aprovechaba para dejar enfriar los rencores políticos provocados por su dura oposición al colonialismo francés en Argélia. Fue entonces que el filósofo Fausto Castilho, que en ésa época era profesor de la FFCL, lo invitó a visitar Araraquara. 

Es que Castilho le había preguntado a Sartre cómo podía conciliar su visión existencialista con el marxismo, posición que defendía en seu livro Crítica de la Razón Dialéctica de aquél mismo año de 1960. Sartre le contestó que "la pregunta es difícil y solo podría responderla personalmente, en una conferencia", según cuenta el propio Castilho, que aprovechó la puerta entreabierta para hacerle la invitación y presentarlo en Araraquara.

La llegada de Sartre agitó toda Araraquara y aterró a la Iglesia y a las fuerzas de la derecha de la ciudad, que armaron una campañaa de intimidación para boicotear al filósofo, lo que sólo sirvió para llamar más aún la atención en favor de la ilustre visita.

Sartre, Simone y Jorge Amado llegaron de São Paulo después de descansar en la estancia de los Mesquita, dueños de O Estado de S. Paulo diario paulistano que todavía apoyaba la Revolución Cubana y agitaba la visita de Sartre, un partidario fervoroso del movimiento revolucionario liderado por Fidel Castro, que aún no se definiera públicamente como comunista.

Todavía, y como para aumentar más aún el terror de los distinguidos señores y señoras de la Família, Deus e a Propriedade, ya estando en Araraquara, Sartre y Simone de Beauvoir se encontraron con estudiantes y trabajadores rurales. Antonio Candido y Fernando H. Cardoso hicieron la traducción de la conferencia en un teatro repleto, y Sartre finalmente respondió con lujo de detalles a la pregunta de Castilho, en la única ocasión en que el existencialista francés habló sobre filosofia durante su largo recorrido por una decena de ciudades brasileñas. Mientras, los hinchas de la Ferroviária llenaban las calles festejando, y Sartre pensava que la ruidosa algarabía era producto de la radicalización del pueblo local que se alegraba con su presencia.

Fonte: http://www.unesp.br/aci/jornal/159/memoria.htm

A versão original deste texto foi publicada no encarte especial  Jean-Paul Sartre do Painel – Boletim informativo da Faculdade de Ciências e Letras da Unesp Araraquara, em setembro de 2001.

Sartre em Araraquara

O mundo no ano de 1960 estava totalmente polarizado pela Guerra Fria, com o colonialismo francês acuado pelas revoltas na Argelia o que gerava uma reação extrema da direita, enquanto a Revolução Cubana mostrava a possibilidade de uma real alternativa antiimperialista. Foi nesse clima que o filósofo Jean Paul Sartre, Simone de Beauvoir e o escritor Jorge Amado, decidiram dedicar um domingo de novembro a alterar a pacata rotina de Araraquara, a 300 km da São Paulo. 
Enquanto uma parte  assistia a um jogo entre o clube da Ferroviária da cidade, contra o Santos do ainda não tão famoso Pelé, eles participavam dos eventos organizados pelos estudantes e pela Faculdade de Filosofia, Ciências e Letras da época, que agora pertence à UNESP. Sartre iria dissertar sobre filosofia para um público entre o qual se contava o  hoje  ex-presidente, Fernando H. Cardoso, na época professor da USP, Ruth Cardoso, e Antonio Candido. 

O existencialista francês estava passando um período de quase três meses no Brasil para participar do Congresso Brasileiro de Crítica e História Literária, e dando um tempo para esfriar os rancores políticos provocados pela sua dura oposição ao colonialismo francês na Argélia. O filósofo Fausto Castilho, ex-docente da FFCL aproveitou para convidá-lo para conhecer Araraquara.
Castilho tinha perguntado a Sartre como era possível conciliar o existencialismo e o marxismo, postura defendida no seu livro Crítica da Razão Dialética daquele mesmo ano de 1960. Sartre respondeu que "a pergunta é difícil e só poderia respondê-la pessoalmente, numa conferência", segundo conta o próprio Castilho, que aproveitou a deixa para fazer o convite  e apresentá-lo em Araraquara.
A chegada de Sartre movimentou Araraquara e apavorou à Igreja Católica e às forças da direita da cidade, que realizaram uma campanha de intimidação contra o filósofo, que o fim só serviu para chamar mais ainda a atenção para a ilustre visita 
Sartre, Simone e Jorge Amado chegaram de São Paulo depois de descansar na fazenda dos Mesquita, donos de O Estado de S. Paulo que ainda apoiavam a Revolução Cubana e a visita de Sartre, partidário fervoroso do movimento revolucionário liderado por Fidel Castro, que ainda não definira publicamente sua convicção comunista.
Ainda para aumentar o terror dos distintos senhores y senhoras da turma da Família, Deus e a Propriedade, já em Araraquara, Sartre e Simone de Beauvoir se encontraram com estudantes e trabalhadores rurais. Antonio Candido e Fernando H. Cardoso a fizeram a tradução do evento num teatro estava lotado, e Sartre finalmente respondeu com luxo de detalhes à indagação de Castilho, na única ocasião em que o existencialista francês falou sobre filosofia durante sua longa passagem por uma dezena de cidades brasileiras, Enquanto isso, os torcedores da Ferroviária cobriam as ruas festejando, e Sartre pensava que a algaravia era fruto da radicalização do povo local que se alegrava com a sua presença.

3 comentários:

  1. Vejam esse debate:
    VB
    Sartre em Araraquara, de José Aluysio Reis de Andrade * 

    Jean-Paul Sartre participou em Araraquara de dois eventos. De um encontro no antigo Teatro Municipal, com estudantes, intelectuais, líderes sindicais e líderes camponeses (entre estes esteve presente o célebre Jofre, que organizava nos longes da Alta Araraquarense um movimento semelhante ao de Francisco Julião em Pernambuco). Foi um encontro sem pauta definida onde se discutiram várias questões de ordem política estando Sartre sempre atento aos movimentos sociais que estavam ocorrendo no Brasil. Funcionou como um dos intérpretes Fernando Henrique Cardoso, então no início de sua carreira na USP. Mais tarde, no salão que hoje leva o seu nome, pronunciou uma conferência de caráter técnico-teórico. Assitiram-na como convidados professores universitários, prestigiosos intelectuais e personalidades preeminentes. Nessa palestra, proferida de improviso, a partir de umas poucas notas procurou responder a uma questão proposta pelo professor Fausto Castilho de caráter eminentemente filosófico que dizia respeito, simplificando, à compatibilidade teórica entre suas grandes obras, “O Ser e o Nada” e a “Crítica da Razão Dialética”, que acabara de ser publicada, em plena vigência de sua aproximação com o marxismo. A primeira representativa de sua fase eminentemente existencialista, voltada para uma profunda reflexão sobre a subjetividade. A outra voltada para a prática política e social, procurando preservar as idéias de sua obra anterior. 
    Fausto Castilho indagou literalmente: “Desde 1943 conhecemos os termos em que o senhor define o filósofo bem como os vínculos que se estabelecem na história, entre ele e sua obra – a História, isto é o limite instransponível ao mesmo tempo para o subjetivo e o objetivo. Contudo, na Questão de Método e mais recentemente ainda na Crítica (da Razão Dialética), o senhor renuncia formalmente ao nome de filósofo. Devemos perguntar se tal declaração não implica para o senhor em uma nova idéia das relações entre o subjetivo e o objetivo? E como dizer-se ideólogo hoje, e, entretanto, não cair nas dificuldades que Marx assinala a propósito de toda ideologia? Em suma, é possível superar a filosofia sem realizá-la?”
    Leiam o livro A conferência de Araraquara, lançado em 1986 pela Editora Unesp em parceria com a Editora Paz e Terra, em cuja preparação e edição colaborei. Uma segunda edição bilíngüe foi publicada pela Editora Unesp, em 2005 (126 páginas,www.editora.unesp.br)
    José Aluysio Reis de Andrade é filósofo e professor aposentado da hoje Faculdade de Ciências e Letras da Unesp, câmpus de Araraquara. 


    http://www.unesp.br/aci/debate/010410-josealuysioreisdeandrade.php
    ResponderExcluir
  2. Vejam isso:
    VB
    Sartre em Araraquara, por José Aluysio Reis de Andrade * 

    Sartre participou em Araraquara de dois eventos. De um encontro no antigo Teatro Municipal, com estudantes, intelectuais, líderes sindicais e líderes camponeses (entre estes esteve presente o célebre Jofre, que organizava nos longes da Alta Araraquarense um movimento semelhante ao de Francisco Julião em Pernambuco). Foi um encontro sem pauta definida onde se discutiram várias questões de ordem política estando Sartre sempre atento aos movimentos sociais que estavam ocorrendo no Brasil. Funcionou como um dos intérpretes Fernando Henrique Cardoso, então no início de sua carreira na USP. Mais tarde, no salão que hoje leva o seu nome, pronunciou uma conferência de caráter técnico-teórico. Assitiram-na como convidados professores universitários, prestigiosos intelectuais e personalidades preeminentes. Nessa palestra, proferida de improviso, a partir de umas poucas notas procurou responder a uma questão proposta pelo professor Fausto Castilho de caráter eminentemente filosófico que dizia respeito, simplificando, à compatibilidade teórica entre suas grandes obras, “O Ser e o Nada” e a “Crítica da Razão Dialética”, que acabara de ser publicada, em plena vigência de sua aproximação com o marxismo. A primeira representativa de sua fase eminentemente existencialista, voltada para uma profunda reflexão sobre a subjetividade. A outra voltada para a prática política e social, procurando preservar as idéias de sua obra anterior. 
    Fausto Castilho indagou literalmente: “Desde 1943 conhecemos os termos em que o senhor define o filósofo bem como os vínculos que se estabelecem na história, entre ele e sua obra – a História, isto é o limite instransponível ao mesmo tempo para o subjetivo e o objetivo. Contudo, na Questão de Método e mais recentemente ainda na Crítica (da Razão Dialética), o senhor renuncia formalmente ao nome de filósofo. Devemos perguntar se tal declaração não implica para o senhor em uma nova idéia das relações entre o subjetivo e o objetivo? E como dizer-se ideólogo hoje, e, entretanto, não cair nas dificuldades que Marx assinala a propósito de toda ideologia? Em suma, é possível superar a filosofia sem realizá-la?”
    Vejam o livro A conferência de Araraquara,1986,Editora Unesp em parceria com a Editora Paz e Terra, em cuja preparação e edição colaborei. Uma segunda edição bilíngüe foi publicada pela Editora Unesp, em 2005 (126 págs,www.editora.unesp.br)
    José Aluysio Reis de Andrade é filósofo e professor aposentado da hoje Faculdade de Ciências e Letras da Unesp, câmpus de Araraquara. 
    Fonte: http://www.unesp.br/aci/debate/010410-josealuysioreisdeandrade.php
    ResponderExcluir
  3. Conta José Aluysio Reis de Andrade(em Sartre em Araraquara),que Castilho indagou: “Desde 1943 conhecemos os termos em que o senhor define o filósofo bem como os vínculos que se estabelecem na história, entre ele e sua obra –a História, isto é o limite instransponível ao mesmo tempo para o subjetivo e o objetivo. Contudo, na Questão de Método e mais recentemente ainda na Crítica (da Razão Dialética), o senhor renuncia formalmente ao nome de filósofo. Devemos perguntar se tal declaração não implica em uma nova idéia das relações entre o subjetivo e o objetivo? E como dizer-se ideólogo hoje, e, entretanto, não cair nas dificuldades que Marx assinala a propósito de toda ideologia? Em suma, é possível superar a filosofia sem realizá-la?”

    José Aluysio Reis de Andrade: filósofo e professor aposentado da hoje Faculdade de Ciências e Letras da Unesp, câmpus de Araraquara.Fonte: 
    ResponderExcluir
  4. www.unesp.br/aci/debate/010410-josealuysioreisdeandrade.php